Recuperación del mercado

La primera dificultad de la industria catalana del cemento es la fragilidad del mercado doméstico. Las cifras del 2019 son contundentes: el consumo en Cataluña es inferior, incluso, al de 1965, y lleva 8 ejercicios consecutivos en torno a los 2 millones de toneladas, lo que da un consumo per cápita de sólo 288 kg por habitante y año, un 24% inferior a la media de la UE. Si bien de 2015 al 2017 se produjo una lenta recuperación, 2018 vivió una nueva caída y 2019 un pequeño aumento. Sin duda, el consumo actual queda muy lejos de lo necesario para un país que quiere ser moderno y competitivo en un mundo digital y bajo en carbono, tanto por falta de infraestructuras como de su mantenimiento.

La precaria situación del mercado doméstico ha hecho inevitable la adaptación de las empresas, que puntualmente han tenido que parar fábricas con la consiguiente reducción de puestos de trabajo y actividad económica inducida. El riesgo de deslocalización aparece como una amenaza.

Los retos a corto plazo:

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