Medidas para revertir los efectos del Covid-19

La pandemia y los consiguientes paros en la actividad han deteriorado durante 2020 la ya frágil situación de la industria catalana del cemento. Desde el pico de 2007, el mercado ha llegado a caer un 80% (menos 10,6% en 2020) situándose a nivel de los años 60. El consumo actual queda muy lejos del necesario para un país moderno y competitivo en un mundo digital y bajo en carbono, tanto por falta de infraestructuras como de su mantenimiento.

Asimismo, se constata una importante disminución de la competitividad internacional. Los costos de la energía eléctrica, que se encuentran entre los más altos de la UE, el precio del CO2 y la dificultad para disponer de suficiente cantidad y variedad de combustibles alternativos reducen la competitividad internacional (exportaciones), que ha sido una solución y ayuda durante anteriores crisis.

Las necesidadesdel sector:

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