El consumo de cemento de Cataluña en el mes de junio ha registrado una caída del 1%. Con esta cifra, el consumo acumulado del año disminuye un 2,9% situándose en 1,1 millones de toneladas, lo que lleva a qué la tasa al año móvil se sitúe en el -7,8% y un volumen de 2,10 millones de toneladas. Por su parte, la producción de cemento ha aumentado en el acumulado del año un 0,2% para situar la tasa en el año móvil en el -3,9% y un volumen de 3,21 millones de toneladas. Las exportaciones de cemento y clínker se reducen en el conjunto del año un 25%, dando lugar a que su volumen en los últimos doce meses se sitúe en 1,50 millones de toneladas (-26,5 % ).

A la vista de estas estadísticas, Ciment Català se suma a la reclamación expresada por la patronal Foment del Treball para revertir la infradotación en infraestructuras acumulada en Cataluña en los últimos 15 años. Según el informe El déficit de inversión en infraestructuras en Cataluña 2009-2023 que ha confeccionado Foment junto con la Cámara de Contratistas de Cataluña, durante la última década ha faltado una apuesta decidida por la inversión, y las cifras de licitación en relación con el PIB se sitúan muy por debajo de los estándares europeos. En este sentido, desde 2009, el déficit de inversión acumulado se sitúa en los 42.500 millones de euros en 2023 para el conjunto de las Administraciones Públicas, en términos comparativos con lo que sería razonablemente deseable, que es un 2,2% del PIB.

El presidente de Ciment Català, Salvador Fernández Capo, considera que «el déficit continuado en infraestructuras frena el crecimiento económico de Cataluña, el bienestar y la calidad de vida de sus ciudadanos, y lastra la competitividad de la economía del país». Y recuerda que las principales carencias en obra pública se concentran en «la movilidad por ferrocarril, la mejora de la seguridad vial y de la interconexión entre territorios, el transporte ferroviario de mercancías y el autoabastecimiento hídrico».