La industria cementera catalana ha reiterado su voluntad de excelencia en la gestión medioambiental, y se posiciona como un referente en la prevención y control de las emisiones. Violeta Vargas, de los Servicios Técnicos de Ciment Català, expuso los resultados que avalan este compromiso en el transcurso de la Jornada técnica sobre la situación de la inspección ambiental integrada y la red REDIA de inspección ambiental organizada el 24 de mayo de 2019 por la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático de la Generalitat. El acto congregó a cerca de 300 personas en Barcelona, que debatieron y expusieron casos prácticos sobre el seguimiento y vigilancia ambiental de instalaciones industriales, implementado en Cataluña desde el año 2014.
Durante su participación en la Jornada, Vargas puso de relieve la complejidad que supone para las fábricas de cemento la gestión medioambiental, motivada por la dimensión de las instalaciones, que pueden llegar a sumar hasta 150 potenciales puntos de medida. Sin embargo, los resultados de las 18 inspecciones realizadas en el período 2014-2018 constataron el elevado rigor del sector, que no ha tenido ni un solo incumplimiento relevante durante el período.
En el caso de las fábricas de cemento, las inspecciones ambientales abarcan ámbitos como el consumo de agua, energía y materias primas, la gestión de las aguas residuales, la producción de residuos y su gestión, las emisiones a la atmósfera, o la contaminación acústica y lumínica. A pesar de este amplio abanico de controles, la exigencia con la que profesionales y empresas gestionan las plantas cementeras define un sector comprometido con el medio ambiente, con unos resultados de las inspecciones en las instalaciones siempre positivos.