UN PRODUCTO NATURAL
La restauración de canteras, última etapa de un proceso de explotación imprescindible para fabricar un producto surgido de la Naturaleza
La edificación de una vivienda familiar requiere una media de 300 toneladas de recursos pétreos, mientras que un edificio de 30 pisos puede superar las 6.000. Cataluña necesita cada año millones de toneladas de recursos minerales para la fabricación de cemento y a fin de disponer de los áridos y el hormigón necesarios para la construcción de viviendas y de infraestructuras. El cemento es un producto que tiene su origen en la Naturaleza, lo que conlleva la explotación de canteras. Las empresas productoras están comprometidas con la restauración de las mismas al final de su vida útil.
¿Cómo se obtienen los recursos minerales?
El proceso de fabricación del cemento empieza con la extracción de materias primas que se encuentran en yacimientos, normalmente en canteras a cielo abierto. Las canteras se explotan mediante voladuras controladas, en el caso de materiales duros como calizas o pizarras, mientas que en el caso de materiales blandos (arcillas y margas) se utilizan excavadoras para su extracción.
Una vez extraído y clasificado el material, se procede a su trituración y se traslada a la fábrica, mediante cintas de transportación o camiones.
La piedra caliza, base del cemento
El cemento es un material de construcción básico que se obtiene del procesado de distintos materiales, cómo el clínker. Es decir, el cemento es el resultado de moler clínker junto con adiciones. La materia básica para fabricar el clínker es el carbonato cálcico, que se obtiene mayoritariamente de la piedra caliza o de margas, que son una combinación de piedra caliza y arcilla. Además, el proceso conlleva un consumo importante de otro recurso natural: los combustibles fósiles.
En los últimos años, las fábricas han ganado eficiencia en el proceso productivo, con lo que se ha reducido el consumo de recursos naturales por tonelada de producto.
Minimización de los impactos ambientales
Las canteras –embrión de las sociedades modernas actuales- poseen un enorme valor natural que merece ser preservado y valorado. Por ese motivo, las empresas extractoras –fábricas de cemento, plantas de hormigón, industrias cerámicas, etc- se han comprometido, tal y como exigen las normativas legales, a minimizar los impactos ambientales y restaurar las canteras una vez finaliza su actividad, para reintegrarlas a su entorno natural o para que tengan otros usos.
Algunos ejemplos de actuaciones para minimizar estos impactos ambientales:
- Optimización del uso del agua disponible
- Riego frecuente de las instalaciones, para reducir las emisiones difusas de polvo
- Transporte de las materias primas con cintas cubiertas hasta la fábrica, para no generar polvo
- Restauraciones integradas con especies vegetales autóctonas y fomento de la diversidad
- Aprovechamiento de los movimientos de tierras que genera la actividad extractiva para restaurar lugares ya explotados
- Microsiembra con especies autóctonas
- Control y programación de las voladuras, para evitar que las vibraciones molesten a las poblaciones próximas
Planes de restauración de canteras
Para minimizar los impactos ambientales derivados de la explotación, se define un plan de restauración integrada, que consiste en ir rehabilitando zonas a medida que cesa su explotación, aunque continúe la actividad extractiva a su alrededor.
Los proyectos de restauración de las canteras son a largo plazo, puesto que su explotación se prolonga durante muchos años. Estos proyectos tienen en cuenta estudios previos diversos sobre las condiciones de los suelos, especies vegetales y paisajismo.
Las restauraciones permiten recuperar los terrenos afectados para nuevos usos forestales, agrícolas, industriales o de servicios. En algunos casos, el entorno natural de las superficies restauradas puede ser incluso mejor que el existente antes de iniciar la explotación, gracias a las cuidadosas técnicas empleadas.
Las canteras están amparadas por concesiones administrativas que definen sus límites, el programa de explotación y el plan de restauración. De acuerdo con la legislación estatal (RD 2994/1982) y la catalana, que fue la primera que reguló la recuperación de canteras mediante la Ley 12/1981 y el Decreto 343/1983, todas las empresas cementeras elaboran planes de restauración de los espacios afectados por sus explotaciones.
EcoQuarry, un caso de éxito
Las cuatro empresas asociadas a Ciment Català, así como otras siete empresas del sector de los áridos, han participado en un innovador proyecto de restauración de canteras denominado EcoQuarry, que se ha financió con fondos europeos de los programas ambientales Life.
El principal objetivo del proyecto consistió en implementar a escala real las mejores técnicas disponibles en una amplia gama de lugares representativos de las condiciones mediterráneas.
Con EcoQuarry se consiguieron regenerar sistemas naturales similares o incluso más diversos que aquellos de su entorno en los que no se había realizado nunca actividad extractiva. El programa reintrodujo diferentes tipos de especies vegetales:
- Especies comerciales
- Especies autóctonas no comerciales
- Plantaciones
La experiencia permitió establecer controles de calidad con el objetivo de optimizar las restauraciones que se hagan en el futuro.
