- El Consejo Directivo de Ciment Català se ha reunido con la nueva directora general de Cambio Climático y Calidad Ambiental de la Generalitat, Sonsoles Letang, para avanzar en el establecimiento de los objetivos del IV Acuerdo Voluntario. Este convenio tendrá como finalidad principal el impulso a las medidas para alcanzar la neutralidad climática y contribuir a la lucha contra el calentamiento global.
La sesión de trabajo entre la Generalitat y el Consejo Directivo de Ciment Català, encabezado por su presidente, Salvador Fernández Capo, comenzó con una revisión de la situación del sector, de sus planes para la descarbonización y de las medidas que se están implementando para aplicar los principios de la economía circular. Los representantes de la industria expresaron la necesidad de que la Generalitat agilice los procesos administrativos para alcanzar los objetivos fijados en la ruta hacia la neutralidad climática.
En este sentido, se evaluaron las utilidades de los Fondos Next Generation EU, poniendo de manifiesto las oportunidades que ofrecen estos recursos para la transformación y modernización del sector. Se destacó la importancia de acelerar los procesos de solicitud y adjudicación de esta financiación para garantizar que las empresas puedan implementar proyectos que contribuyan a la transición verde y a la mejora de la eficiencia energética.
En cuanto a dar continuidad a la labor iniciada hace dos décadas y firmar un cuarto Acuerdo Voluntario, se han definido cuatro objetivos estratégicos. El primero es reducir el impacto de las partículas difusas, minimizando los efectos negativos sobre la calidad del aire. Además, se prevé ampliar la valorización energética de los residuos e incrementar la valorización material, con el propósito de lograr un ahorro significativo de combustibles fósiles y de recursos pétreos, mientras se fomenta la economía circular. Finalmente, se consensuó que todas las medidas contenidas en este futuro IV Acuerdo Voluntario se orienten a reducir las emisiones de CO₂ para 2030 respecto a los niveles de 1990, en línea con las directrices de la Hoja de Ruta con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2050.