Las estadísticas recopiladas por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo correspondientes a octubre sitúan este mes como el segundo mejor de lo que llevamos de 2024 en cuanto al consumo de cemento en Cataluña. Las 195 mil toneladas utilizadas representan un incremento del 7,1% respecto al mismo mes de 2023 y sitúan el consumo interanual (que suma los últimos 12 meses) en 2,1 millones de toneladas, con un ligero descenso del 2,7% respecto al período anterior. Se confirma así la tendencia a la estabilización del mercado catalán, que había llegado a acumular una pérdida del 11,5% en marzo de 2024.

Los buenos datos de octubre se repiten también en cuanto a producción, con un incremento del 9,6%, y sobre todo en las exportaciones, que han crecido un 86,9%, siempre comparando las cifras con las de octubre de 2023. Esto permite situar a un nivel plano la variación interanual en producción (+0,8%) y reducir la magnitud de la caída en las ventas a mercados exteriores (-17,9%).

Hay que decir que estas estadísticas se alinean en gran medida con las del conjunto de España. El aumento del importe acumulado durante 2024 de las licitaciones en Edificación y Obra Civil por parte de las Administraciones Públicas, así como el crecimiento de los visados en Edificación no Residencial y en Vivienda, han contribuido a esta recuperación de los mercados.

Para Salvador Fernández Capo, presidente de Ciment Català, lo más importante en este momento “es abordar, tanto desde el ámbito legislativo como desde el financiero, los procesos para la descarbonización del sector”, de acuerdo con los nuevos objetivos fijados tanto por la Unión Europea como por la patronal sectorial en Europa, Cembureau. En este sentido, insiste en reclamar “agilidad a la Administración Pública a la hora de tramitar tanto los permisos para las nuevas instalaciones necesarias como las ayudas europeas a la innovación (fondos Next Generation)”.