El consumo de cemento en Cataluña se ha recuperado en el mes de abril tras el descenso puntual registrado en el mes de marzo como consecuencia del impacto de la Semana Santa y de las condiciones meteorológicas. Según los datos del Barómetro del Cemento que gestiona Oficemen, el incremento es de un 20% respecto al mismo mes del año anterior. Esta cifra equivale a un 2,4% de incremento anual acumulado (de enero a abril), mientras que la variación interanual del consumo en el mercado catalán, es decir, la que mide el último año comparado con el año anterior, sube un 14,6%. Actualmente, el consumo de cemento anual en Cataluña se sitúa en 1,93 millones de toneladas.
En cambio, la producción se ha reducido en un 4,7% durante los 4 primeros meses de 2018 en comparación con el mismo período del año anterior. Esta es también una consecuencia lógica de la caída de las exportaciones: la falta de competitividad de las fábricas catalanas debida a los costes energéticos que tienen que soportar han llevado el índice interanual en un descenso del 7% (datos correspondientes al mes de marzo), hasta los 2,33 millones de toneladas. La industria española paga el segundo precio más caro de Europa por la electricidad, y eso lastra su acceso a los mercados internacionales.