El mercado catalán del cemento ha cerrado el 2021 con un crecimiento del 8,2% y un total de 2,16 millones de toneladas. La recuperación, sin embargo, no esconde que aún no se hayan consolidado los niveles prepandemia (2,23 millones de toneladas en 2019), y sitúa el consumo per cápita en Cataluña (280 kg por habitante) un 26% por debajo de la media de la Unión Europea (377 kg por habitante). Las estadísticas de Cataluña contrastan con las del resto del estado español, donde sí se ha recuperado el nivel de consumo de cemento prepandemia y, de hecho, se ha alcanzado la mejor cifra de la última década. Esto refleja el déficit de inversión del estado en Cataluña respecto de las demás CCAA, y el bajo nivel de inversión en infraestructuras de la Generalidad de Cataluña en estos últimos 10 años.
Las exportaciones han retrocedido un 10,7% en 2021 con un total de 1,84 millones de toneladas, la cifra más baja desde 2013. La competitividad de las fábricas catalanas en los mercados exteriores ha quedado muy debilitada por los extraordinarios aumentos del precio de la electricidad y de los derechos de emisión de CO2, que han provocado un fuerte incremento de los costes de producción.
La industria catalana espera un ligero crecimiento de las ventas en 2022, motivado principalmente por la aceleración de las licitaciones de obra pública a causa del progresivo envejecimiento de las infraestructuras. El presidente de la patronal Ciment Català, Salvador Fernández Capo, considera también que “la digitalización de la economía y la transición ecológica que impulsaran las inversiones de los Fondos Europeos Next Generation abren una ventada de oportunidades a nuestro sector”. En este sentido, recuerda que la implementación de la Hoja de ruta de la industria catalana del cemento para conseguir la neutralidad climática en 2050 conllevará la adopción de políticas de Economía Circular “que las Administraciones Públicas deberían de incentivar facilitando la disponibilidad de residuos para la valorización material y energética en las fábricas del cemento, y desalentando el uso de vertederos como solución para el problema de la gestión de la gran cantidad de desechos que genera nuestra sociedad”.