La Agrupación de fabricantes de cemento de España, Oficemen, ha elaborado una Hoja de Ruta para la reducción de emisiones de carbono a 2050. El documento destaca el potencial de algunas tecnologías emergentes, como la captura y almacenamiento de carbono (CAC), que permitirían reducir hasta un 80% la huella de carbono de la industria cementera española en 2050.
Alrededor del 60% del carbono emitido por la industria cementera, responsable del 5% de las emisiones antrópicas a escala mundial, son causadas por la descarbonatación de la piedra caliza durante el proceso de fabricación, principal materia prima del clínker y, hoy por hoy, no se pueden reducir. El 40% restante proviene de los combustibles necesarios para realizar el proceso de clinkerización, que es sobre el que la industria, a fecha de hoy, puede actuar.
Los ejes de actuación propuestos desde el sector cementero español pasan por la mitigación de emisiones en las fases de producción; por el uso de los productos con base cemento, capaces de mitigar los efectos del cambio climático y por el desarrollo de infraestructuras de hormigón, como soluciones constructivas que facilitan “la adaptación a esta nueva realidad que vivimos”, según explica el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza.
Conceptos como el del co-procesado, que permite la valorización energética y material de residuos durante el proceso de fabricación, o la reducción de huella de carbono que conlleva la durabilidad, inercia térmica y bajo mantenimiento de edificios e infraestructuras de hormigón, son algunas de las actuaciones que se detallan en la hoja de ruta y que podrían aplicarse desde la tecnología actual.