ALIADOS CON EL PROGRESO

Los procesos constructivos han avanzado en paralelo a la civilización para mejorar la calidad de vida de la humanidad

El empleo de morteros para fijar, bien piedras naturales o bien piedras artificiales, se remonta a épocas muy lejanas. Hace más de 2.000 años, los romanos ya usaban la ceniza volcánica como cemento natural, y los egipcios utilizaron pastas obtenidas con mezclas de yesos y calizas para la construcción de casi todas sus pirámides.

Cuando el hombre salió de las cavernas, nació la necesidad de crear condiciones óptimas de habitabilidad. Por ese motivo, los procesos constructivos fueron evolucionando en paralelo a la civilización y al progreso. No se entiende un avance sin el otro. De hecho, hoy en día, nadie cuestiona que el desarrollo de la humanidad esté estrechamente relacionado con la evolución de los sistemas de edificación. Las técnicas modernas han transformado esmeradamente el cemento y sus derivados para convertirlos en productos indispensable para el desarrollo social y la mejora de la calidad de vida de las personas. El cemento es, sin duda, el aliado más fuerte del progreso.

EL MATERIAL DE CONSTRUCCION MÁS USADO DEL MUNDO

Actualmente, gracias al cemento portland y a las prestaciones de los nuevos hormigones, las sociedades modernas y desarrolladas disponen de múltiples recursos para garantizar a sus ciudadanos una enorme calidad de vida. Estos valiosos materiales han hecho posible la existencia de obras de ingeniería civil, infraestructuras, y viviendas más confortables y duraderas que proporcionan mayor bienestar a las personas. La versatilidad y enorme funcionalidad del cemento, además, combina perfectamente con sus propiedades estéticas, cuya aplicación está en auge en la arquitectura más vanguardista.

La vital importancia del cemento en nuestros días se constata por el hecho de ser el material de construcción que más se produce en el mundo, con cerca de 1.800 millones de toneladas al año. Este crecimiento en el consumo de cemento está directamente relacionado con el aumento de la población mundial y con el desarrollo de los países. Se puede pensar que, al menos a corto plazo, el hormigón y el mortero seguirán siendo los medios más económicos de construir, y su consumo no cesará de aumentar.

APORTACIONES DEL CEMENTO A LA SOCIEDAD

MÁS CONFORT Y BIENESTAR SOCIAL

El cemento portland ha tenido un papel capital en la mejora de las condiciones de vida intrínsecas de las personas y es, probablemente, uno de los productos que más contribuye a la habitabilidad del planeta. Des de las infraestructuras de tratamiento de aguas hasta las vías de comunicación, des de las viviendas hasta las instalaciones sanitarias, el hormigón se ha convertido en un elemento imprescindible para la protección del territorio y las personas:

El desarrollo de la sociedad supone garantizar la movilidad (mediante infraestructuras de transporte como carreteras, autopistas, ferrocarriles, metros, aeropuertos), las actividades culturales (museos, teatros, bibliotecas, universidades, escuelas, hostelería), la productividad (fábricas, superficies comerciales) y la confortabilidad, es decir, unas viviendas acondicionadas y seguras.

MEJOR SALUD Y MAYOR HIGIENE

Existe una estrecha relación entre la actividad constructiva y la mejora de la salud de las personas, sobretodo, en el ámbito del control y tratamiento de las aguas y los residuos.

El concepto de un sistema de alcantarillado formal apareció en Europa en el siglo XIX. Anteriormente, la eliminación de aguas residuales se realizaba empleando los canales que desembocaban en arroyos, ríos y playas cercanas. La contaminación y las crisis sanitarias eran frecuentes.

Alrededor del siglo XX, con el crecimiento de las ciudades y el incremento de la densidad de población, surgieron nuevas necesidades como las relacionadas con el suministro y la potabilización del agua. El hormigón fue el principal material de construcción para los túneles, tuberías, embalses y estaciones de bombeo que, sin duda, redujeron las enfermedades y la mortalidad.

La construcción de instalaciones sanitarias -como hospitales y centros de investigación-, con una cobertura médica de calidad y más cercana, también contribuyó a mejorar la salud, la seguridad y la esperanza de vida de los ciudadanos.