Según un Informe de la Generalitat, durante el ejercicio 2018 la industria cementera catalana invirtió 3.656.883,96 € en mejoras ambientales, principalmente focalizadas en la valorización energética de residuos, en la reducción de las emisiones de partículas de los hornos de cemento, en el incremento de la eficiencia energética y en la disminución del impacto visual. En el año 2018 la inversión ambiental fue superior a la del año 2017 (2.852.454,50 €). La reunión de seguimiento del Acuerdo Voluntario firmado entre el Departamento de Territorio y Sostenibilidad y Ciment Català el pasado 8 de noviembre puso de relieve, además, que se puede considerar que las empresas asociadas a Ciment Català cumplen con las determinaciones de la decisión de Ejecución de la Comisión UE 2013/163 / UE, de 26 de marzo de 2013, por la que se establecen las conclusiones sobre las Mejores Tecnologías Disponibles (MTD) para la fabricación de cemento. También se certificó que los objetivos ambientales para las emisiones se han cumplido en un 100%.
También se constató que el nivel de sustitución energética se ha visto afectado, durante 2018, por la falta de disponibilidad de combustibles alternativos competitivos (más cantidad y variedad) que ha dado lugar a que el porcentaje de sustitución se mantuviera (30,57 %), y que se sitúa a niveles lejanos de los inicialmente planteados (40%). Hoy por hoy se ve difícil alcanzar este objetivo del 60% de valorización energética en 2020.
En la sesión de trabajo también se empezaron a diseñar ya futuras actuaciones relativas a la mejora de la comunicación con la administración ambiental sobre criterios de inspección de instalaciones. Se avaló, también, la realización de iniciativas de información en la sociedad para transmitir el comportamiento ambiental de las fábricas. Por último, Generalitat e industria cementera trabajan también en la potenciación de la valorización energética de residuos para evitar su destino a incineración o vertedero y reducir simultáneamente las emisiones de CO2.