Representantes de Ciment Català asistieron el pasado jueves en la sede de ACCIÓ en Barcelona a la presentación del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de descarbonización industrial, el último en incorporarse al ecosistema de reparto de los fondos europeos Next Generación. Se trata de un PERTE dirigido al sector manufacturero español que pretende la descarbonización del sector industrial mediante, entre otros, la promoción de la seguridad energética, fomentando el uso de energías renovables y la protección del medio ambiente, así como la reducción del consumo de gas natural. La presentación corrió a cargo de Roger Ylla Marti, delegado de ACCIÓ en Madrid, Oriol Alcoba Malaspina , director general de Industria de la Generalitat, y Luis Colunga, comisionado especial por el PERTE de Descarbonización Industrial.
El proyecto contempla una inversión pública de 3.100 millones de euros que podrá movilizar hasta 11.800 millones de euros de inversión total. Las inversiones en descarbonización y modernización de la industria manufacturera impulsadas por este PERTE van enfocadas a incrementar la competitividad del sector en torno a un 10% y podrá suponer la creación de unos 8.000 puestos de trabajo. Además, se prevé una reducción de las emisiones que podría alcanzar los 13 millones de toneladas de CO2 al año. Las actuaciones previstas se tendrán que ejecutar entre los años 2023 y 2026, si bien los proyectos podrían finalizar posteriormente.
En 2023 están previstas algunas actuaciones como una línea de ayuda para la descarbonización de las empresas y una línea de apoyo al desarrollo de nuevas instalaciones altamente eficientes y descarbonizadas; un fondo de ayuda a contratos por diferencias de carbono; y una línea de ayuda a empresas que participan en la cadena industrial de hidrógeno de origen renovable. Todavía no hay una fecha exacta de la convocatoria, pero se espera que ésta sea en septiembre u octubre de este año.
El sector del cemento en Cataluña ya hace tiempo que puso de manifiesto su ambición de alcanzar emisiones limpias nulas a lo largo de la cadena de valor del cemento y el hormigón con la Hoja de Ruta para conseguir la neutralidad climática en 2050 , invirtiendo más de 160 millones de euros en este objetivo en las últimas dos décadas, y este compromiso, con las inversiones que implica, es absoluto.
Por otra parte, Ciment Català también forma parte de la Comisión de Seguimiento del Acuerdo Voluntario para la eficiencia en el uso de los recursos y la transición hacia una Economía Circular de la industria catalana del cemento , en la que mantiene el compromiso del sector industrial del cemento de llegar al menos a un 60% de sustitución de combustibles fósiles por combustibles alternativos basados total o parcialmente en biomasa, de forma casi inmediata, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Asimismo, el sector se compromete a contribuir a las políticas y estrategias establecidas para incrementar la valorización de residuos que se generan en la actividad económica y de la sociedad, a la vez que la patronal ha multiplicado su actividad institucional para concienciar a las administraciones públicas de la necesidad de promover ayudas e inversiones que fomenten el tejido industrial y el progreso de la sociedad, en un contexto de crisis en el que las fábricas catalanas acumulan 11 años seguidos de estancamiento, con unos volúmenes de producción y ventas insuficientes para un país competitivo.