La industria catalana del cemento ha evidenciado de nuevo, ante la Generalitat, su apuesta por la Economía Circular y el ahorro de recursos, poniendo a disposición las capacidades de las fábricas para aumentar la valorización energética de residuos. La utilización de combustibles alternativos, que ahorra recursos naturales y evita que muchos residuos deban incinerarse o se destinen a vertedero, hace más competitivo un sector que, ante los bajos índices de consumo del mercado catalán, tiene en las exportaciones una vía para la supervivencia. De hecho, casi dos de cada tres toneladas de cemento producidas en Cataluña son exportadas, pero esta dinámica está amenazada por los costes energéticos que tienen que soportar las fábricas, tanto los eléctricos como los de productos petrolíferos. Por ello solicitan a la Administración la revisión de los objetivos planteados, por ejemplo, en el PRECAT20, algunos de los cuales van en sentido contrario a esta línea de trabajo enmarcada en la Economía Circular.
El presidente de Ciment Català, Salvador Fernández Capo, y los directores de las 4 fábricas operativas se reunieron, el pasado 12 de junio, con la Secretaria de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Marta Subirà, la Directora General de Calidad Ambiental, Mercè Rius y el Director de la Agencia de Residuos de Cataluña, Josep Maria Tost. La delegación de la industria cementera insistió a los representantes de la Generalitat que, en la actual situación de recuperación general de la economía, la inversión en infraestructuras necesarias para la competitividad del país está bajo mínimos, lo que hace que el consumo de cemento per cápita continúe en valores muy bajos y la recuperación del sector llegue a consolidarse. Sin embargo, los compromisos del sector con el medio ambiente y la sostenibilidad se mantienen intactos, con el cumplimiento de las mejores técnicas disponibles y con un control estricto de impactos ambientales, como las partículas o el NOx.
También expusieron que, en estas circunstancias, plantear nuevas cargas impositivas (por ejemplo con el desarrollo de la Ley de Cambio Climático) no tiene sentido y no es compatible con la continuidad del sector.