Como entidad representativa del sector y defensora de las aportaciones de la industria en términos de actividad y puestos de trabajo de calidad, Ciment Català mantiene desde hace meses una intensa labor de relaciones institucionales con diferentes grupos parlamentarios y miembros del Govern para pedir el impulso de políticas favorables a los sectores productivos de Cataluña. Uno de los últimos contactos en el Parlament, durante los meses de febrero y marzo, ha sido con el grupo de Junts per Catalunya (JuntsxCat), representado por sus diputados Joan Canadell y Salvador Vergés. 

La sintonía en los planteamientos ha presidido estos encuentros. Por parte de Ciment Català, se expuso que existen diversas iniciativas parlamentarias que pueden afectar muy gravemente a sectores industriales (y en particular al del cemento) y ponerlos en riesgo de continuidad. En este sentido, se mencionó los ejemplos de tributos que implican duplicación impositiva, limitaciones a actividades que son esenciales para alcanzar la neutralidad climática y son seguras para la salud y el medio ambiente, u otras iniciativas directamente contrarias al mantenimiento y continuidad de industrias centenarias en el territorio. La delegación sectorial alertó del riesgo de deslocalización de la producción hacia otras comunidades autónomas, países o áreas económicas.

Por su parte, los diputados de JuntsxCat reconocieron que la legislación que emana del Parlament y del Govern debería ser el primer escalón en esta línea imprescindible de defensa de la industria. Ambas partes insistieron en el necesario cuidado de la salud y el medio, que el sector del cemento tiene siempre presente de forma estricta en sus actuaciones de acuerdo con la legislación vigente. También se aprovechó para remarcar que la posible deslocalización de la actividad implica un incremento del impacto ambiental tanto por el transporte adicional que se requiere como por la eficiencia de las instalaciones productoras.

Con los parlamentarios de JuntsxCat se destacó que las cuatro plantas de cemento que hay en Cataluña ofrecen puestos de trabajo a 3.000 empleados, el 92% de ellos con contrato indefinido y buenos salarios, y se trata de una industria que ha realizado los deberes a nivel medioambiental y cumple los objetivos europeos de emisiones, con una hoja de ruta específica para alcanzar la neutralidad climática en 2050 a lo largo del ciclo de vida de sus productos.