A pesar de que durante el mes de agosto el consumo de cemento en Cataluña se ha reducido un 1%, el mercado mantiene la recuperación iniciada en la segunda mitad del año pasado y presenta una mejora del 8,2% en términos interanuales. Los 2,17 millones de toneladas consumidas en los últimos 12 meses se acercan al volumen que se registraba en el 2019, el año anterior al estallido de la pandemia, aunque todavía no lo igualan.

La industria espera que la continuidad en el proceso de recuperación del mercado doméstico se consolide ahora a través de la actividad que se derive de las inversiones procedentes de los Fondos Europeos Next Generation destinados a impulsar la transición ecológica y digital. A pesar de que estos Fondos UE no se destinan directamente al sector de la Construcción, sí comportarán la edificación de infraestructuras relacionadas con las telecomunicaciones, la movilidad o la protección ambiental, con el consiguiente efecto sobre el uso de cemento y hormigón.

El presidente de la patronal Ciment Català, Salvador Fernández Capo, afirma que «el sector prevé con un optimismo moderado la evolución de los indicadores». Y explica que «constatamos una tendencia a la mejora», pero recuerda también que obstáculos como el precio de los derechos de emisión de CO2 perjudican la actividad de las fábricas catalanas provocándoles pérdida de competitividad. Esto ha repercutido claramente en las exportaciones de cemento y clínker, que han caído un 27% en agosto.