La actividad en la construcción de infraestructuras públicas continúa en un nivel extremadamente bajo. El volumen de licitación pública en Cataluña correspondiente a noviembre de 2017 fue de 265 millones de euros, una cifra que representa sólo un 16,65% sobre máximos históricos. La mitad de este importe proviene de ayuntamientos y diputaciones, que se han convertido en la principal fuerza tractora en la promoción de obra pública. En el lado opuesto, la Generalitat sólo licitó 35,8 millones de euros, probablemente como consecuencia de la inestabilidad política del momento. Casi 3 de cada 4 euros de obra pública se destinan a Obra Civil (infraestructuras), una tendencia que se mantiene desde el verano.
En el conjunto de los últimos 12 meses (año móvil), la licitación de las administraciones públicas ha sumado una inversión de casi 2.000 millones de euros, una cifra comparable a la de hace 20 años. También en este índice interanual destaca la contribución de la Administración Local, con un 60% del total. La Generalitat es la segunda administración más inversora, mientras que el Estado sólo ha licitado en Cataluña 281 M € en el periodo diciembre 2016-noviembre 2017.