La reanudación de la actividad en la construcción de infraestructuras necesarias para la competitividad de las empresas y la economía catalanas, como las líneas 8 y 9 del Metro de Barcelona o la ampliación del aeropuerto del Prat, entre otras, fue la principal conclusión compartida por los representantes de la consejería de Vicepresidencia y Políticas Digitales y Territorio de la Generalitat y el Consejo Directivo de Ciment Català durante la sesión de trabajo telemática celebrada el pasado 21 de julio. Todos los participantes de la reunión mostraron su acuerdo sobre la importancia de las infraestructuras, y desde la Generalitat se transmitió la previsión de un incremento de la inversión en este ámbito en los próximos meses, aprovechando tanto los recursos propios del Gobierno catalán como los que puedan provenir de los Fondos Europeos que, si bien no incluirán partidas específicas para infraestructuras ni la Generalitat podrá gestionarlos directamente, comportarán actuaciones de construcción relacionadas con objetivos clave establecidos en ellos (Energía, Digitalización…).

El encuentro institucional sirvió para exponer a Isidre Gavín, secretario de Infraestructuras y Movilidad, la situación delicada del sector debido a la baja actividad, con un consumo doméstico al nivel de hace 50 años. Los representantes de Ciment Català, con su presidente Salvador Fernández Capo al frente, también recordaron la dificultad de exportar en la presente coyuntura económica, y el requerimiento de realizar inversiones considerables para alcanzar los objetivos de descarbonización establecidos por la Unión Europea y asumidos por la industria.

Otros aspectos tratados fueron las políticas de Economía Circular que aplica el sector, con el correspondiente aprovechamiento material y energético de residuos -evitando así el consumo y las emisiones de combustibles fósiles-, y la necesidad de asegurar la disponibilidad de recursos pétreos al territorio.

Gavín, con quien se acordó que, próximamente, visitaría una fábrica de cemento, disculpó la ausencia en la reunión del vicepresidente Jordi Pugineró, de quien transmitió su apoyo a la necesidad de impulsar nuevas obras públicas y del uso del hormigón en su construcción, y su intención de concertar próximamente un encuentro con representantes del sector del cemento en Cataluña.