Directivos de Ciment Català y de las cuatro empresas asociadas han mantenido, durante las últimas semanas, diversas reuniones con técnicos del Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat para el desarrollo del III Acuerdo Voluntario. Este convenio, firmado entre la administración pública y la industria cementera el 6 de julio de 2017, prevé incrementar la eficiencia en el uso de recursos en las fábricas, y también promueve la transición de las empresas y el sector hacia los postulados de la Economía Circular. Estos contactos se mantienen regularmente entre ambas partes, Generalitat y sector, para concretar actuaciones de mejora de la actividad industrial en relación con el medio ambiente y la sostenibilidad.
De manera específica, durante las reuniones de este otoño e invierno se ha empezado a plantear la forma de medir en las fábricas las emisiones de amoníaco derivadas de la utilización de sistemas de reducción selectiva no catalítica (SNCR) que constituyen una Mejor Técnica disponible (MTD) del sector del cemento, definida como tal a nivel europeo. Este sistema está instalado en todas las fábricas de cemento catalanas para reducir las emisiones contaminantes de óxidos de nitrógeno. Estas prácticas consisten en la inyección de amoníaco al proceso de fabricación para reducir los óxidos de nitrógeno de los gases. El método conlleva la medida del posible exceso de adición de amoniaco para evitar su emisión y despilfarro.
En las sesiones de trabajo también se han empezado a diseñar ya futuras actuaciones relativas a la mejora de la comunicación con la administración ambiental sobre criterios de inspección de instalaciones. Asimismo, se ha considerado la realización de iniciativas de información en la sociedad para transmitir el comportamiento ambiental de las fábricas. Por último, Generalitat e industria cementera trabajan también en la potenciación de la valorización energética de residuos para evitar su destino a incineración o vertedero y reducir simultáneamente las emisiones de CO2.